Es una alternativa perfecta a la liposucción. Elimina las grasas localizadas y la celulitis de zonas específicas del cuerpo sin necesidad de intervención quirúrgica.
Los ultrasonidos de baja frecuencia logran romper el tejido graso sin dañar la microcirculación.
Los ultrasonidos son emitidos por los manípulos sobre la zona específica, convirtiendo la grasa apelmazada en líquida, posteriormente expulsada del organismo de forma natural a través del sistema linfático por la orina.
Ventajas: No produce ningún tipo de marca, ni morados ni rojeces, es seguro, eficaz, duradero e indoloro. Los resultados pueden ser visibles incluso desde la primera sesión.
Contradicciones: Problemas de hígado (hepatitis, cirrosis, etc), problemas renales, enfermedad evolutiva, prótesis metálica en la zona cercana a tratar, marcapasos, epilepsia no controlada y lesiones cutáneas en la zona a tratar.