La radiofrecuencia estimula una vibración en las moléculas que forman los tejidos produciendo una fricción entre ellas de la que se desprende calor. Así, con el incremento de la temperatura del cuerpo, estimula la regeneración de las fibras de colágeno para aumentar la elasticidad de los tejidos y obtener así una reafirmación, evitando la flacidez y consiguiendo una piel más tersa.
Por tanto es una técnica que combinada con la ultracavitación, combate de forma muy efectiva la celulitis en zonas específicas.
Los resultados pueden tardar unos meses en manifestarse, hay que tener en cuenta que deben pasar entre 15 y 28 días antes de ver algún cambio.
Ventajas: No necesita tiempo de recuperación tras las sesiones, casi nunca hay sensación de calor, puede utilizarse sola o en combinación con otras técnicas de rejuvenecimiento, como no actúa por captación de color, puede usarse en cualquier fototipo de piel y en cualquier época del año.
Es una técnica muy segura con un índice de efectos adversos cercanos a cero.
Contradicciones: El área queda enrojecida durante un tiempo variable entre 30 minutos y dos horas, pudiendo retomar las actividades normales de forma inmediata, es una técnica muy segura con un índice de efectos adversos cercanos a cero.